Emulando a Kallifatides (III)

En otra entrada anterior os hablaba de esta tarea:

A partir de un artículo muy hermoso del escritor griego Theodor Kallifatides (De padre a hijo) publicado en El País, le pedí al alumnado de 3º de ESO que, después de leerlo, se inspirase en él para emularlo. La idea era que, dirigiéndose a un ser querido, cada uno transmitiese una enseñanza importante para la vida.
En esta ocasión, os acerco el artículo epistolar de Sthefany Tarazona:

·DE HERMANA MAYOR A HERMANO PEQUEÑO·
Simón, nunca olvidare la primera vez que te vi. Tenía unos 12 años, lo recuerdo muy bien. Yo estaba súper contenta y nerviosa por conocerte, un buen amigo de la familia y yo cogimos un taxi y nos fuimos a Barcelona para verte; al llegar, recuerdo un pasillo largo y blanco. Tú, mamá y papá estabais en la última puerta de aquel pasillo. Y yo, emocionada, entro y te veo dormidito en aquella cuna hospitalaria. No se me ocurrió decir otra cosa que “¡MAMÁ, PERO SI PARECE UN MONO!”. No me arrepiento, pero se enfadaron conmigo porque te desperté. De lo que tampoco me olvido es de lo rápido que empecé a amarte, es algo difícil de explicar.
Pasado el tiempo llegué a ser la única que podía dormirte siendo un bebe, en menos de un minuto ya estabas dormido. Hoy en día sigo siendo el comodín de papá y mamá para dormirte o pasar tiempo contigo.
Espero que cuando crezcas no pierdas esa sonrisita, sé que vas a ser mucho más listo que yo, sé que lo serás. Hazles mucho caso a nuestros padres, por mucho que pienses que no tienen la razón, hazles caso, que te va a ahorrar muchos problemas. Ten tus propias opiniones y crea tu personalidad, no te dejes influenciar por los demás, se tú mismo.
Y por mucho que te moleste (y me molestes), siempre serás de las mejores cosas que me han pasado en lo poco que tengo de vida. Me enseñaste a encontrar paciencia donde se supone que no la había y me enseñaste lo bonito que es verte crecer poco a poco.


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