Así viví yo la pandemia (V)

 Otra de las tareas que realizamos en 2º de ESO durante el confinamiento consistía en imaginarnos ya mayores, dentro de mucho tiempo, y tratar de explicar a un joven de unos trece años lo que supuso para nosotros vivir la pandemia. Un ejercicio que precisa de imaginación, reflexión, empatía y creatividad. Y que además nos permite visualizar algo tan grande como es una pandemia desde el futuro, poniéndola en perspectiva en el conjunto de toda una vida, para ayudarnos a llevarla de una manera más saludable al darle su lugar en el relato de nuestras biografías.

Esto es lo que escribió Jairo Cuello Gatto:


Han pasado 66 años desde entonces, pero lo recuerdo como si fuera ayer. El día en que se decretó el estado de alarma en toda España fue el 14 de marzo, jamás lo olvidare. Yo ya pensaba que no tardaría en llegar a España la pandemia conocida en aquel entonces como COVID-19; sin embargo, no pensé que llegaría tan rápido a la localidad en donde vivía en aquel entonces. Muchas personas pensaban que no llegaría nunca a aquel lugar, pero mis sospechas se hicieron ciertas y se declaró el estado de confinamiento. 

En todo el tiempo que duró, que fueron unos tres meses muy duros, tuvimos que estudiar por internet y ver a nuestros amigos y familiares por una aplicación llamada ZOOM, la cual se volvió más viral que todas las redes sociales de ese entonces. Además la canción más escuchada era "Resistiré".

Al cabo de esos tres meses, que llegaron a ser eternos, se nos permitió salir a las calles, pero con mascarillas y tomando todas las precauciones posibles. Yo seguía temiendo que llegara a haber un rebrote y, desgraciadamente, mis miedos se hicieron realidad: hubo un rebrote en China. Sin embargo, ya hace 66 años de eso y estoy muy mayor, no recuerdo si hubo un rebrote donde vivía o no. Pero lo que sí sé es que mi familia y yo fuimos verdaderos afortunados ya que no tuvimos que ver escenas tan espantosas como las que se vieron en Italia, Sudamérica, América del Norte, el continente africano y el continente asiático. Nunca nos faltó de nada y siempre recordaré eso. Tampoco tuvimos que afrontar la pérdida de ningún ser querido, aunque muchos tuvieron que hacerlo.

Pero de lo que estoy convencido es de que tú, mi querido nieto, no tendrás que sufrir algo como lo que pasó aquel terrible año.




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